07 octubre, 2008

EN TU MANO

Cuando la mañana aún dormía y las calles permanecían vacías, las primeras luces de la aurora despuntaban en aquel horizonte colmado de energía deseando descubrir un nuevo día.
Mientras la magia del alba iba envolviéndolo con su hechizo, seguía caminando, ausente, lejano, sin rumbo... un gran abismo se abría ante él, imponente, peligroso, capaz de dejarlo caer hasta el infinito. Un eterno transitar de pensamientos que le traicionaban una y otra vez, capaces de saturarlo de falsas expectativas, intereses y fantasías. Cegándolo de tal manera que no le permitiese ver todo lo maravilloso que su Ser escondía. Cuestionándose el por qué de su desdicha, cabizbajo tropezó con algo que se hallaba tirado en el suelo, dándole una patada y desplazándolo unos pasos más allá. Prestando atención al sonido que había emitido y fijando su mirada en las baldosas rastreando hasta el más pequeño rincón fue incapaz de encontrarlo y dejándose llevar por su impaciencia, abandonó.
-¿Buscabas esto?
De repente una voz lo paralizó haciendo que irguiera su cabeza hasta encontrar una mano entre la bruma delante de él mostrándole una pequeña llave de color bronce, casi oxidada por el tiempo que había permanecido abandonada, pero que, por alguno de sus labrados rincones aún brillaba.
-Bueno, yo...
Tras pensárselo un instante, respondió rotundamente:
-No. No especialmente. Simplemente le di una patada sin querer y al oír el sonido sentí curiosidad, eso es todo. Pero se la puede quedar. No me interesa.
Y siguió andando volviendo a agachar la cabeza.
-¿Estás seguro?... ¿Me dices que renuncias a conocer el camino que te apartará de tu desdicha?
Un viento helado le recorrió el cuerpo haciendo que se girase bruscamente:
-Pero...Cómo sabe usted...

Pero ya no había nadie detrás de él, no quedaba ni rastro de aquella persona, como si se hubiese esfumado.
Con los ojos de par en par, repletos de asombro, miró hacia todas las direcciones buscando algún vestigio de algo pero fue en vano.
Así que, decidió retomar su camino hacia no se sabe dónde, pero esta vez fue distinto. No podía parar de pensar en lo que le había sucedido, las palabras de aquella extraña persona no paraban de resonar en su cabeza, la llave, el camino, su desdicha...
Cómo podía saber de su infortunio si ni siquiera lo conocía.
Por qué habría de ser una llave la que lo guiase hacia otro camino,...qué camino, si fuera cual fuese el rumbo nunca alcanzaría la meta que él deseaba.
Si en realidad, en eso consistía la vida, en tratar de conseguir las expectativas en las que había puesto todas sus esperanzas, sus ilusiones y empeño.
Mientras no fuera así, no se sentía feliz. Era impensable sentirse pleno sin haber logrado ninguno de sus objetivos...O quizá sí.
Cansado, se sentó en un escalón a descansar, desistiendo de su búsqueda. Cubrió su rostro con sus manos entrelazadas apoyadas en las rodillas y sintió cómo los primeros rayos de sol que despuntaban ya en el crepúsculo matutino, le arropaban con su calor y una suave brisa acariciaba su cara despojándolo de la oscuridad de la noche, iluminando su rostro con el más hermoso juego de luces, haciéndole cómplice del bello amanecer, impregnándolo con su aroma, de sensaciones, de serenidad, calma y sosiego. Abriéndole los ojos a una nueva vida, a la satisfacción de poder contemplar tan hermoso espectáculo del universo, de poder percibir nuevas sensaciones, de sentirse feliz, pleno, con tan sólo observar todo lo que le rodeaba, sintiéndose a si mismo, sin necesidad de buscar fuera lo que él mismo llevaba ocultando desde hacía mucho tiempo dentro.
Miró a su alrededor, quería parar el tiempo por un instante, deseando que lo que estaba experimentando nunca acabase, pues se sentía la persona más dichosa del mundo aún sin haber llegado a un destino que ni siquiera él mismo conocía.
Observando la belleza de las cosas y sintiendo lo que en su interior se estaba forjando, vio cómo unos destellos dorados le hacían señales a lo lejos, como queriendo llamar su atención. Se levantó rápidamente y se dirigió hacia el lugar que esos reflejos le estaban indicando, y cuando se acercó y se detuvo delante no lo podía creer, allí estaba, la misma llave a la que le dio la patada y que posteriormente rechazó. Se inclinó y la recogió con sumo cuidado guardándosela como un tesoro preciado.
Entendió así el significado de lo sucedido y aprendió que, no por intentar lograr todas sus expectativas iba a ser más feliz. Puesto que la felicidad reside en cada paso que demos en nuestro caminar por la vida, conociendo el rumbo a seguir y sin ánimos de llegar a ninguna meta en concreto, simplemente disfrutar de lo que somos, del paisaje y de/con todos aquéllos que se unan en nuestro camino hacia la libertad.

10 comentarios:

el piano huérfano dijo...

fijate mi querida amiga y eres querida como bien sabes tu, que yo, sin embargo, creo; que en tus manos esta llegar a la meta con el rumbo que marcas, sin dejar de ser libre y disfrutar del paisaje, marca una meta que te enriqueze y te alivie, que te ama, que sabra usar la llaves para llegar a tu corazón.
Tienes la fuerza de llegar a donde tu deseas, creetelo, repitlo en voz baja y veras que llega, quizas no lo mismo si no algo mejor

un beso guapa
hasta mañana

Shidermo dijo...

uffff! preciosa la historia y llena de significado!! Me ha encantado, espero que seas tú la que ha encontrado esa llave y que cada vez que dudes te metas la mano en el bolsillo y recuerdes que ya lo tienes todo.

Por cierto, ¿me permites que la publique en mi blog? Ya sabes que estoy buscando desesperadamente gente que escriba desde fuera y creo que es una valiosa historia que podría servir a mucha gente.

loose dijo...

Hola Shidermo.
Por supuesto que la puedes publicar en tu blog. Ya sabes...tienes permiso, de ese que no hay ni que pedirlo.

Gracias y muchos besos.

loose dijo...

Sólo una pequeña apreciación...

Nunca hay que buscar nada porque las cosas no hay que buscarlas, simplemente nos las vamos encontrando a lo largo de nuestro camino. Nosotros somos los que decidimos si queremos que nos acompañen o dejarlas atrás...

María dijo...

El camino le vamos haciendo nosotros, pero debemos intentar que sea con fuerzas, sin caer al suelo en los momentos débiles, poner mucho de nuestra parte para no desfallecer, está en nuestra mano, únicamente, en cada mano de cada persona, cada uno debe tener su fuerza, y sobre todo, siempre, con el cariño de los demás.

Un beso muy grande.

El Hombre de la Baraja de la Derrota dijo...

gracias por tus palabras, me sonrojan, no se si es un don o si lo es no me di cuenta me es natural asi, vos no te quedas atras tampoco, aqui en mi ciudad hay un bar que se llama fuengirola.

saludos

loose dijo...

Muchas gracias por tus palabras Pianito, empiezo a escuchar una suave melodía junto a mí.

Shidermo, qué decirte que tú no sepas ya...

María, cierto es que el camino lo vamos haciendo nosotros, pero para ello, primero tenemos que aprender a andar y atrevernos a dar el primer paso, y seguro que nos caeremos alguna que otra vez y de bruces además. Gracias por tus ánimos, se ve que tú si das pasos firmes.

Hombre de la baraja..., no te pongas "colorao", es verdad que no todo el mundo es capaz de escribir versos tan bonitos y profundos.
Aprovéchalo...

Anónimo dijo...

En tu blog nunca hay silencio y en tu mano veo un sinfín de sentimientos, que empapan mis ganas de leer.
Siempre soñé con ser brisa y contigo lo consigo.
Me alegro mucho de haberte encontrado en este caos cibernético y espero que esta amistad se consolide a base de palabras y buenas intenciones.
Un placer visitarte y por supuesto, un placer tenerte al otro lado. Gracias por los cuadros qeu cuelgas en mi desván.
Un beso muy grande.

RAMPY dijo...

Hola Loose, es la primera vez que entro a tu blog y la verdad es que me ha encantado, así que no será raro que vuelva a leerte en el futuro.
Un besote y que pases un buen día
Saludos
Rampy

Esther dijo...

Muy cierta esta historia que en el camino en cada paso está la felicidad en saborear ,en disfrutar el paisaje de nuestro camino y no estar ansiosos por llegar a una de sus metas,sino la vida es sólo ansiedad y no se disfruta..

besitos