28 septiembre, 2008

LLUEVE SOBRE MOJADO


Tus nubes llaman hoy a mi puerta,... sí, esas que provocan mi tormenta...
Cielo que brillas triste en mis pupilas.
Sol que te escondes tras ese tupido velo grisáceo
Que no deja que tu luz ilumine mi vida.
Gotas cristalinas que van mojando poco a poco mi alma sin darse cuenta.

Alzando la mirada, esperando ver tu cara
Iluminando con tu energía una sonrisa perdida...
Esperando que el viento las arrastre con él
Dejando que tus cálidos rayos me arropen
Y seguir así el camino que da sentido a lo que en mi corazón anida.

Dime dónde me perdí.
Dónde lo puedo encontrar.
Dame una señal, dónde he de buscar.

Que el azul de tu cielo me guíe en este largo caminar
Ya que, atrapada entre los charcos no puedo dar un paso más
Indícame algún lugar por el que pueda pasar
Sin que el barro de tu lluvia me salpique al avanzar...

23 septiembre, 2008

ME LO DICE EL ALMA

Es mi voz quebrada la que hoy hace que no pueda articular ni una sola palabra.
Son esas perlas saladas las que inundan mi cara.
Son como esas gotas de lluvia que hoy no dejan ver nada.
Un manto espeso y gris que todo lo tapa.

Me intento convencer a mi misma que estoy equivocada.
Pero algo me dice que, entre miedos, equilibrios y composturas
Ese tren pasa.

Que me pierdo en mis silencios y tengo las cosas claras.
No creo en las casualidades.
Tampoco en el destino.
Que nada ocurre por nada.

Que es ese silencio el que me habla
El que me dice que espere con calma
Que mi tren está arribando
Me lo dice el alma.
Un silencio tan grande que no cabe en mis palabras...

19 septiembre, 2008

SILENCIO


Es la voz del silencio la que nos habla con más claridad
Es el silencio el que nos hace temblar
Es ese silencio el que comunica sin necesidad de hablar

Silencio que se escapa del alma
Aquel que, por momentos, no nos deja respirar
Es preciso perderse en el silencio
Para empezar a escuchar de verdad

Silencio que oculta clamor
Silencio que nos llama sin cesar
Una puerta abierta a la sinceridad
Otra que nos conduce a la libertad

Es el silencio la manera más profunda de decir “me importas”
Y sólo los que quieren de corazón
Lo entenderán.

15 septiembre, 2008

CONCIENCIA

Su vida había transcurrido encerrada dentro de una burbuja. Transparente, cálida, cómoda, aparentemente bien oxigenada y algo delicada.
Desde su interior, podía verlo y oírlo todo a la perfección, aunque a veces, apreciara una pequeña distorsión.
Pero también había momentos en los que todo quedaba a oscuras y en silencio, detenido el tiempo.
Y una vez que le volvían a brindar el sol, se sentía cegada por su luz, pero se esforzaba por abrir los ojos y empezar de nuevo. Confundida, dependiente, vulnerable,... todo giraba a su alrededor, todo cambiaba de color, personas que se fueron sin poder decirles adiós. Verdades que luego resultaron ser mentiras, mentiras que se transformaban de repente, en verdades. Es como si el mundo girase al revés.
O ella retrocediera en vez de avanzar con él.

Pero llegó el momento en el que su burbuja, de tanto moverla de acá para allá para protegerla, explotó. Y fue en ese preciso instante cuando descubrió la verdadera realidad, el entorno, la libertad. Estaba convencida de que, había nacido para volar. Pero se sentía extraña, de alguna manera añoraba esa burbuja en la que permaneció durante años en lo imposible, en lo irreal.
Se sentía incapaz de aceptar su pasado, las restricciones, mandatos, obligaciones, aún estando provistos de involuntariedad.
Incapaz de darse permiso, para poder progresar. Comprometida con su vida.
Se sentía minúscula detrás de ese muro de piedra que la quería cobijar.

De alguna manera, quiso reaccionar. Entre sumisión y rebeldía, luchaba por hacerse escuchar. No reclamaba más. Tan solo que la dejaran opinar.
Independencia y libertad. No era mucho pedir para una chica de su edad. Con miles de cosas en la cabeza, loca por hacer sus sueños realidad. Pero, no obstante, seguía acatando sin rechistar. Se mordía la lengua para no discrepar. Hubo momentos en los que explotaba y no podía parar, sin embargo, todo volvía enseguida a quedarse tal cual, tras toparse de nuevo con ese robusto muro de piedra, pilares de arena y sal que no la dejaba ver más allá. Y si encontraba algún pequeño hueco por el que escapar, había rocas desprendidas delante de él, las cuales intentaba sortear. En un momento tenía la llave para salir y acto seguido las paredes se cerraban ante ella.
Pasó el tiempo y todo seguía igual, entre mimos y temores, esa joven mujer seguía escoltada en su largo caminar. Acompañada de su niña pequeña, de su adolescente y mil cosas más.

Noches de sol, días sin luna, tormentas en su cabeza, meses de temporal y charcos en su alma en los que se reflejaban infinidad de gotas de lluvia salada que caían sin cesar.
Sin esperarlo, un viento loco y salvaje comenzó a derrumbar el muro para dejarla en libertad y, por un pequeño hueco se hizo paso descubriéndose a sí misma en una laguna mostrándose tal cual.
Sorbo de aire fresco para respirar.
Un mundo en movimiento que vuelve como un boomerang.
Mirándose las palmas creyendo que las líneas de sus manos se habían rectificado así, sin más.
Frotándose los ojos creyendo que el oasis en su desierto desaparecería en cualquier momento.


Poco a poco se fue armando de valor, denotaba decisión, aunque todavía tropezaba con algún que otro fragmento de roca que, cada vez se iba debilitando un poco más.
Pero por lo menos ya había conseguido avanzar. Algo le indicaba que dejara de pisar el freno y que arriesgara. Aunque la apuesta fuera cara, por lo menos tendría probabilidades de ganar...

12 septiembre, 2008

ESTRELLA FUGAZ

De negro azabache se fue tiñendo el cielo mientras la luna se miraba coqueta en su espejo y el sonido del vaivén de las tímidas olas, rizaba su hermoso pelo.
Un faro, a lo lejos, guiñaba el ojo a la suave brisa que mecía al inmenso piélago.
Se descubría una noche distinta.
Lejos de mi hogar, contemplaba serena aquel paisaje, percibiendo hasta el más mínimo detalle.
Aunque casi todo parecía recordarme a mi esencia, hubo algo que hizo detenerme por un instante. Fue el momento en el que, mis ojos se detuvieron en un ornamentado cielo, vestido con su más hermoso traje, repleto de lentejuelas que danzaban al son del vals de la noche. Mi mirada se quedó prendada de tan hermoso espectáculo. Pues estando acostumbrada a las luces de la ciudad, nunca había apreciado la magia que puede llegar a desprender una noche de verano, vista desde el balcón de mi habitación del hotel en aquella Cala con ese encanto tan especial. Invitando a dejarte llevar.
Era como el lugar de encuentro de muchas constelaciones que se citaban para dibujar figuras imaginarias que se manifestaban tan cercanas como intangibles.
Me sumergí en la belleza del Universo, alejada del mundanal espectro.
Y mientras caminaba mi mente por su oscuridad, pasó ante mis ojos la estela de una lágrima dorada, que casi no me dio tiempo apreciar.
Me quedé paralizada, intentando seguir su rastro con la mirada. Mis ojos se adentraron en el inmenso mar como si en algún momento lo pudiese cruzar.
Llegar hasta la otra orilla y encontrarla en su eternidad.
Anhelaba su vuelta, quería verla una vez más. Que me pidiera mil deseos que se los concedería sin dudar.
¿Dónde andarás, estrella fugaz?
Yo te seguiré buscando nadando en este mío mar, pues estoy segura que llegará ese día en el que te pueda encontrar y poder verte aunque sea una vez más,... estrella fugaz.

02 septiembre, 2008

CARA A CARA


Sentada…
Cara a cara con aquella cajita
Que, en su mente
Sus recuerdos conservaban.
Minúscula foto, envuelta en su pecho
De una chiquilla con la carita sonrojada.
Sin atreverse a mirarla, la arrullaba
Algo en su interior la arrastraba,
Mirarla con valor a los ojos sin ignorarla.

Cara a cara…
Sus ojos se encontraron en aquel espejo
Reflejándose sus almas
Entre cabellos dorados y profunda mirada
Ojos tristes ansiosos de vida que
Penetraban en su esencia como si de una estrella fugaz se tratara.
Espiral de emociones que giraban alrededor de sus corazones.
Curvas planas que abarcaban toda la luz que su luna le daba
Dejando paso a esa oscuridad que tanto les aterraba.

Una vez a oscuras oía cómo esa niñita lloraba desconsolada.
La buscaba y la buscaba pero era incapaz de encontrarla.
En su desesperación por ayudarla decidió ir a tientas por cada rincón de su alma, no le importaba no ver nada, lo único que quería era arroparla.
Quedarse a su lado para consolarla.
Llanto amargo en su madrugada...
Asustada gritó su nombre, pero ella no contestaba,
Dolor penetrante en su pecho pidiendo que, por favor, la localizara.
Nubes negras amenazaban,
Pero a ella no le importaba, estaba segura de que, después de la tempestad vendría la calma. Que cuando esa intensa noche muriera ,
Un sol radiante amanecería, llenando de nuevo de luz sus vidas
Pudiéndoles permitirse ese abrazo que haría que sus heridas sanaran unidas.