No. No es que vaya a tomarme un descansito ni mucho menos, sino todo lo contrario. Me esperan unas semanas de ole como se suele decir por estos lares.
Por motivos de trabajo (mira que llevo años y no acabo de acostumbrarme) prefiero no pensar cómo acabaré y esa es la razón por la cual tendré poco tiempo para comentaros y para publicar, ya que cuando tenga un minúsculo respiro, seré incapaz de levantar ni tan siquiera una ceja. De ahí la posturita tan apañá que podéis observar en el minino.
Así que lo dicho. Si las manecillas del reloj y las espinacas de Popeye me lo permiten, os visitaré en la medida de lo posible. Mientras tanto, un fuerte abrazo a todos y felices vacaciones para los que las tengannnn...ainssssss...omáa!!