Una espesa niebla cubre esta noche los cielos de mi ciudad. Las calles se van quedando solitarias, tal vez sea un buen momento para salir a pasear. A tientas...a ciegas...qué más da...Sintiendo la oscuridad, percibiendo el olor a mar, sintiendo el rocío acariciando mi rostro, el aire fresco despeinando la coleta.Y me dejo llevar...me abstraigo y vuelvo a la realidad. Y percibo que sigo siendo la misma de siempre, aquella chiquilla quinceañera, de coletas bien "altaneras" que aunque sea escribiendo tonterías, consigue cada día, descubrirse un poquito más.