Su alma le sermoneaba durante el trayecto mientras su mente de nuevo volaba hacia una certidumbre infundada...
Una vez en aquel lugar, mientras esperaba apoyada sobre aquella fría pared, miraba a su alrededor y se afirmaba que todo aquel que la rodeaba sí lo necesitaba.
¿Qué demonios volvía a hacer allí, ocupando el lugar de alguna otra persona que realmente lo precisara?
¿Acaso no tenía suficiente con la evidencia que el paso del tiempo le regalaba?
Tal vez sí, tal vez no... Pues penosa tarea se presenta cuando se lucha contra fantasmas. Fantasma que se sienten, que se palpan, que se aferran al pecho como un bebé cuando llora y mamá le consuela entre sus brazos mientras él rodea con toda su fuerza el cuerpo para obtener una imperiosa seguridad. Una seguridad que envuelve cuando entre la inquietud y la calma, se impone por un instante la fuerza del alma.
Una fuerza que se esfuma en el preciso instante que hace su aparición la sombra del fantasma, con sus cadenas incorporadas para que quede constancia de su paso por el micro universo de la voluntad, del afán por luchar, de pasos que avanzan y de repente empujan hacia atrás. Y es en ese preciso momento cuando las lágrimas vuelven a invadir el rostro al mismo tiempo que se ahogan en la garganta y se siente la oscuridad inminente que asoma en la mirada.
La lucha retoma posiciones y vuelve a ser la actriz principal de la historia, ya que la ilusión y las ganas se hunden otra vez en la apatía, en la nada.
Pero curiosamente, cada vez que esto ocurre...Cada vez que cree no estar en sintonía con nada, pequeños haces de luz penetra la retina que hace que poquito a poco todo empiece a recobrar su magia. Semillas de vida que reincorporan destellos de aquí y ahora a una tímida sonrisa que se dibuja en la cara. Una llamada al presente que grita la Esencia que desde el interior reclama. Pues solo así se nutrirá el alma. Dejar de ser, como una vez mis ojos se clavaron en estas palabras, espectadores de nuestra vida para convertirnos en sus protagonistas desde que esos destellos despunten cuando llegue el alba.
Una vez en aquel lugar, mientras esperaba apoyada sobre aquella fría pared, miraba a su alrededor y se afirmaba que todo aquel que la rodeaba sí lo necesitaba.
¿Qué demonios volvía a hacer allí, ocupando el lugar de alguna otra persona que realmente lo precisara?
¿Acaso no tenía suficiente con la evidencia que el paso del tiempo le regalaba?
Tal vez sí, tal vez no... Pues penosa tarea se presenta cuando se lucha contra fantasmas. Fantasma que se sienten, que se palpan, que se aferran al pecho como un bebé cuando llora y mamá le consuela entre sus brazos mientras él rodea con toda su fuerza el cuerpo para obtener una imperiosa seguridad. Una seguridad que envuelve cuando entre la inquietud y la calma, se impone por un instante la fuerza del alma.
Una fuerza que se esfuma en el preciso instante que hace su aparición la sombra del fantasma, con sus cadenas incorporadas para que quede constancia de su paso por el micro universo de la voluntad, del afán por luchar, de pasos que avanzan y de repente empujan hacia atrás. Y es en ese preciso momento cuando las lágrimas vuelven a invadir el rostro al mismo tiempo que se ahogan en la garganta y se siente la oscuridad inminente que asoma en la mirada.
La lucha retoma posiciones y vuelve a ser la actriz principal de la historia, ya que la ilusión y las ganas se hunden otra vez en la apatía, en la nada.
Pero curiosamente, cada vez que esto ocurre...Cada vez que cree no estar en sintonía con nada, pequeños haces de luz penetra la retina que hace que poquito a poco todo empiece a recobrar su magia. Semillas de vida que reincorporan destellos de aquí y ahora a una tímida sonrisa que se dibuja en la cara. Una llamada al presente que grita la Esencia que desde el interior reclama. Pues solo así se nutrirá el alma. Dejar de ser, como una vez mis ojos se clavaron en estas palabras, espectadores de nuestra vida para convertirnos en sus protagonistas desde que esos destellos despunten cuando llegue el alba.
9 comentarios:
Sin tiempo para leerte, mi estimada amiga Loose, pues parto de viaje esta misma tarde; solo me paso por aquí para darte un ABRAZO, y desearte, de todo corazon, un VENTUROSO AÑO NUEVO 2009, cargadito de amor, paz y deseos cumplidos.
Un beso...!
Espero que se cumplan todos tus sueños en el 2009
FELIZ AÑO NUEVO
Primero enfrentar los Fantasmas, para poder dejarlos partir.
Luego dejar de ser expectadores para ser protagonistas de la vida.
Que pensamientos heroicos!
Que logres todo eso y mucho mas en este anio es mi deseo y que yo tambien lo logre. Que todos lo logremos y que realmente podamos vivir plenamente!
BESO GRANDE y FELIZ 2009 Brindo por nuestra amistad!
Aunque los fantasmas se aferren a nuestro pecho hay que echarlos de allí. Solo así volveremos a estar seguros y fuertes.
Muchos besos y feliz 2009.
Que pena mas grande..solo tengo un instante para visitar a mi amiga
Te dejo mil besos y que el nuevo año te llene de la brisa fresca que recorre tu corazón
Mil beso
Feliz año 2009
Tomaremos ese café..;)
Feliz salida y entrada de año querida amiga.... chin chin
Un beso Marea@
hola!!! VINE A DESEARTE UN FELIZ AÑO NUEVO. PRONTO ESTARE EN ACTIVO.
UN ABRAZO y UN BESO ENORME!!!!!!
Con cerrar los ojos y creer en uno mismo, sentirse libre de ataduras morales, físicas y espirituales, estar en sintonía con el propio ser, los fantasmas desaparecen, no tienen fuerza ante eso... el desapego es a la vez la mejor forma de sobrevivir.
Un beso, Loose.
Sana propuesta para el nuevo año, ojalá que así sea...
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